Es único. Ha nacido para ser el mejor. Y siempre lo supo, no tenía edad ni tamaño cuando comenzó a jugar a la pelota. Un problema con la hormona del crecimiento y un contrato en una servilleta le abrieron las puertas al éxito total. Pero no sólo fue suerte y fe, la “Pulga” dejó su hogar, atravesó el Atlántico, y llevó su don natural, con convicción, esfuerzo y determinación a las inferiores del F.C. Barcelona, para brillar y hacer brillar a los que estaban a su lado. Hoy es un líder, una leyenda viva, un grande entre los grandes del fútbol mundial. Es imparable, invencible e incansable. Sin dudas, es el mejor. 

¿Aún tienes dudas que tú también lo eres?