Genio y figura… hasta la médula. A los 8 años de edad pintó su primer cuadro con la habilidad del pintor renombrado en que se iba a convertir. Allí comenzó su prolífica carrera, el mejor artista del siglo XX, quién crearía tantos movimientos como disciplinas desarrolló. Su visión global del arte lo llevó a pasearse por las emociones bases del ser: amor, tristeza, lujuria, euforia, despecho, ira, injusticia. Un incansable productor de obras, siempre explorando, siempre encontrando nuevas formas de expresar la realidad, mostrando una nueva manera de ver las cosas. 

Y es que “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”.